jueves, 31 de diciembre de 2009

El Puig de la Força, un paseo por la Sierra de Collsacabra.





Este domingo decidimos hacer una caminata por la sierra de Collsacabra. La población de Taverter fue nuestro punto de partida de una ruta de senderismo que nos acercaría al Puig de la Força, estupendo mirador sobre el valle y pantano de Sau.






En un principio proyectamos hacer la vía ferrata que “existe” en esa zona, digo que existe porque como comprobamos de ella solo quedan los anclajes. Un grupo de personas contrarias al montaje de este tipo de vías y alegando “ la molestia” que causaban al anidamiento de aves en la zona, la desequiparon … y lo que no entiendo es que, si el periodo de anidamiento es de enero a la época veraniega ….¿ el resto del año ?…no se el prejuicio que puede causar la realización de estas actividades, ( ah…¡ por cierto estos “naturalistas o ecologistas de pro” …¡¡ se olvidaron de hacer desaparecer también los anclajes y “ hierros” que siguen adornando la ruta, al igual que los restos de un Citroën 2 caballos , destripado en la senda de bajada al inicio de la ferrata….) Que fácil es imponer nuestros criterios en vez de consensuarlos o atender las razones de los demás. No me gustan los “fundamentalistas-radicales” de las montañas.







El pequeño pueblo de Tavertet, cuando lo visitamos fuera de “temporada alta” es un remanso de paz y tranquilidad. Su vista sobre el pantano de Sau es espectacular y sus paisajes pueden hacer que dediquemos mucho tiempo a su contemplación cuando nos asomamos a alguno de los numerosos miradores que lo rodean.











El Puig de la Força es un “cingle” que está unido al Turó del Castell por un pequeño collado o brecha, tiene unas vistas únicas sobre el pantano de Sau y el impresionante Salt de Tirabous. Su ascensión no presenta ningún problema técnico y para llegar hasta el podremos disfrutar de una ruta de senderismo que discurre en algún punto “colgada” del murallón del Turó.

Salimos de Tavertet por una amplia pista que se dirige al Mas del Castell, antes a la izquierda dejamos un camino que baja por el Coll de Malla hasta el pantano y que es una de las opciones que podemos tomar si realizamos una circular por la zona. A la derecha dejamos otro desvío que se dirige al Cingle de la Miradora, estupenda atalaya de la zona norte de Tavertet.
Seguimos la pista y a la izquierda tenemos un cartel indicador que nos dirige a los restos de una muralla ibérica pegada al camino que discurre por la cinglera. Si continuamos por la pista y antes de llegar a la masía del Castell, otro desvío señalizado por un poste indicador marca el camino de la Canal del Castell por el que podemos bajar hasta en embarcadero de Sau y empalmar con los caminos del Coll de Malla o del Puig de la Força. También es el acceso a la zona de la ferrata desequipada que mencionaba al principio.

Continuamos por la pista y pasamos cerca de la masía y del Castell, pequeña formación natural muy erosionada de roca gris que preside al plano, donde podemos encontrar cantidad de fósiles.







Avanzamos y unos metros más adelante al costado del cortado sale un desvío a la izquierda que desciende hacia el pantano. La bajada es pronunciada, unos escalones de piedra nos dirigen a una cornisa que seguimos hacia la derecha, antes hemos pasado por una oquedad a modo de cueva abrigo (¡¡ ojo a la izquierda !! , si seguimos nos encontramos que el desdibujado sendero acaba bruscamente un una zona cortada y con riesgo de dar un patinazo con serias consecuencias ).

















Continuamos la cornisa en dirección derecha , hacia el Collado del Puig al que llegamos sin dificultad. En el coll un poste indicador nos informa de varias opciones; bajar al embarcadero de Sau a través de un sendero que aparece a la derecha y que nos permitiría hacer una circular subiendo a Tavertet por el Coll de Malla o la Canal del Castell; subir a las ruinas de la fortificación del Puig, desde donde podremos también llegar a su cima a través de una desdibujada senda entre la vegetación o la más interesante; dar la vuelta al Puig a través de una estrecho camino colgado y equipado. Nosotros tomamos esta última y caminando por la senda podremos disfrutar de unas estupendas vistas del pantano, el Valle y su entorno.

















En un punto el sendero atraviesa unas lajas un poco expuestas y unas cadenas aseguran su paso. Unos metros más adelante se dibuja a la derecha una canal terrosa, pendiente y resbaladiza que sube hacia la cima del Puig.






Iniciamos la ascensión ayudándonos de las raíces y ramas de los árboles de la canal que nos sirven de agarres. Una vez a arriba a nuestra derecha tenemos la antecima del Puig a la que llegamos salvando una pequeña grieta entre las rocas.





La vista es más espectacular y soleada que la de la cima del Puig pues está menos arbolada. Deshacemos el camino hasta el colladito y tomamos la senda que sube a la verdadera cumbre y desde aquí se puede descender al Collado del Puig de la Força por mediación de un sendero que baja directo. Nosotros decidimos seguir la estrecha cornisa que da la vuelta al Puig, para ello con precaución descendemos la canal terrosa de nuevo, ¡¡¡ parecemos  Tarzanes en la selva, agarrándonos a los arboles ¡¡¡¡ y de nuevo volvemos a la senda que en unos metros nos devuelve al coll. Desde aquí volvemos a coger el camino que nos devolverá a la pista y el Mas del Castell.





Una vez en el cruce de la Canal del Castell, queremos ir a reconocer la entrada de la “polémica ferrata” y descendemos por el sendero que baja en dirección al embarcadero. Unos metros después del “2 caballos destripado” una senda sale a la derecha, unas marcas amarillas indican su inicio, alguien ha puesto señales de piedra y marcas cruzadas como advertencia que el camino está cerrado o que la ferrata no existe. Omitimos estas señales y continuamos hasta una balma donde empiezan los anclajes de la ferrata. Han desaparecido los cables o cuerdas y solo existen los primeros parabolts y anclajes de cables, no llevamos material de ferrata ni cuerda y aunque estos primeros pasos podríamos haberlos superados con un poco de precaución, creemos que más adelante la cosa se puede complicar, así que decidimos dejarlo para otro día que traigamos la “ferralla”.





Una vez de nuevo en la pista principal, solo nos resta llegar a Tavertet, donde podemos con tranquilidad visitar el pueblo y sus alrededores.

Noa ha gustado este paseo y prometemos volver a hacer la “ferrata fantasma”… eso sí…. fuera de la época de nidificación de aves.