Hacía muchos días que tenía en mente este recorrido, desde que vi la reseña en un Vertex me rondaba la cabeza. Con la llegada de las nieves, la Btt queda un poco aparcada en favor de los esquís de montaña, los recorridos y rutas proyectadas pasan a un segundo plano, pero siempre hay un día que no se puede salir a la montaña o algún sábado o domingo que queda un poco descolgado y entonces es cuando nos acordamos de la bici que un poco olvidada en el garaje parece invitarnos a que la saquemos de paseo.
Este sábado quizás no fuera el mejor día para hacer un recorrido con la btt, el terreno estaba un poco embarrado y en algún punto helado, además las bajas temperaturas de estos días no invitaban a pedalear. Aún así decidimos aprovechar las horas del día donde el sol “calienta” un poco mas y… ¡¡¡ quién dijo miedo¡¡¡ a las 13,00 h nos equipamos para pedalear con frío, montamos las bicis en el coche y enfilamos camino de Castellar, una pequeña población entre Aguilar de Segarra y Rajadell, muy cerca de donde vivimos. El día ha salido espléndido, radiante con sol buena visibilidad… pero frío… muy frío.
Cuando desde el pequeño aparcamiento a la entrada de Castellar encaramos la pista asfaltada que se dirige a Castellfollit del Boix, un montón de buenas vibraciones me envolvían, Eli, que marchaba detrás de mí, afrontaba con decisión y ganas las primeras rampas y repechones, su cara a pesar del frío estaba radiante y se la veía concentrada en el pedaleo.
La pista discurre por el valle de la Riera de Grevalosa, asciende progresivamente ganando terreno al monte, a ambos lados de la misma vamos dejando desvíos que conducen a antiguas masías y algún que otro molino, muchas de ellas han sido restauradas y son mudos testigos de mejores tiempos pasados.
La pista cruza la riera y en el pk. 8,2 dejamos la pista asfaltada para tomar otra de tierra que sale a nuestra derecha y está señalizada por un cartel indicador. Este desvío se encuentra justo después de un pequeño y disimulado embalse.
Cruzamos de nuevo la riera y dejamos a nuestra derecha otro desvío, nosotros continuamos por nuestra pista, un repecho embarrado nos hace jugar con los cambios, la bici avanza penosamente cargada de barro y zigzagueando vamos buscando un terreno más firme y seco. Seguimos en dirección a la Casanova, pk. 9,1, al fondo aparecen los enorme generadores eólicos que pueblan la cadena de la Sierra de Rubió y que tenemos que ir a buscar. Dejamos la pista principal que gira a la izquierda y seguimos por una marcada con señales de PR. (amarillas y blancas), nos conduce a un cruce de pista a la izquierda de la masía del Grau, las reseñas indican coger la pista que en suave subida sale a la derecha para buscar la cadena de la Sierra de Rubió, pero nosotros decidimos seguir a la izquierda, pasamos por el Clot del Grau y la Ermita de Sant Jaume. Más adelante nos encontramos con un importante cruce de pistas y decidimos tomar una que sale a la derecha en ascenso y que busca el campo eólico, está marcada con una señal de dirección prohibida y un cartel de pista cerrada. El comienzo es pendiente y accidentado. A Eli cada vez la veo más segura encima de la bici, gana confianza y destreza y poco a poco va superando el tramo de pendiente. Estamos en Cal Serrano, unos perros nos ladran, no hay un alma en estos parajes. Un cruce de pistas nos hace dudar, además nos hemos dado cuenta que la pista que marca la reseña la hemos dejado en el cruce de la masía del Grau y que vamos en sentido contrario. Consultamos el plano y vemos que podemos alcanzar la cadena de la sierra, decidimos seguir por la pista de la derecha que es el Camí de Castellfollit del Boix. Eli se adelanta a investigar y me confirma la viabilidad de esta decisión, hay varias rodadas de bici. Nos enfrentamos a un duro repecho sembrado de piedras que hace que sujetemos con firmeza el manillar y apretemos los dientes. Pongo el plato pequeño y empiezo a pedalear con ritmo, Eli me sigue., ……..Después de luchar un rato con la pendiente esta se suaviza y da un respiro … ¡ ya falta poco ¡… se adivina la pista principal que recorre la cadena , miro hacia atrás y veo a Eli que ha tenido que poner pie a tierra y empuja la bici…..pero con una sonrisa en la boca¡¡. En cuanto la pendiente se lo permite se sube otra vez y llega donde me encuentro con cara cansada pero satisfecha. Nos encontramos en un cruce de pistas y bajo un enorme generador eólico, sus aspas giran lentamente con un zumbido sordo.
Toda la cadena está sembrada de estos molinos de viento, el impacto visual es brutal, pero al menos es una fuente de energía limpia. Giramos a nuestra derecha, a la altura del segundo molino después del cruce, buscamos la Creu de Palomes en les Tres Alzines donde casi disimulada por la entrada al aerogenerador se encuentra una desdibujada pista que nos lleva a este punto dominante, desde donde vemos las comarcas del Bages y l’Anoia, al fondo la cara oeste de Montserrat nos deja ver una vista poco frecuente de esta Montaña.
Volvemos sobre nuestras rodadas hacia el cruce anterior y seguimos hacia el oeste, la pista planea suavemente y un par de km mas adelante nos encontramos con un cruce de pista con carteles indicativos , tomando el de la izquierda subiríamos a la Cópia de Palomes, un excelente mirador de esta sierra, pero hace frío y el sol va decreciendo y tomamos el de la derecha que marcha hacia el norte , tomando dirección a San Martín de Maçana y el fondo del valle. La bajada se agradece pero empezamos a tener sensación de frío. Un alto para ponernos algo más de abrigo... el cortavientos y emprender una rápida bajada hacia el valle. Pasamos la masía de la Coma donde unos perros salen amenazantes a nuestro paso, unas voces y unas "sacudidas" con la pierna, que previsoramente había sacado del pedal automático, hacen que desistan de sus aviesas intenciones. Seguimos rápidamente pista abajo y pasamos por el desvío que se dirige al refugio del Mas del Tronc y ya no nos detenemos hasta llegar a l’Escolá donde se encuentra el cruce de la pista asfaltada que sube hasta la antigua iglesia de San Martin de Maçana. Dejamos este cruce a la derecha y seguimos la pista que marcada con el GR-7 sigue paralela al torrente de Maçana, varios desvíos salen a derecha e izquierda dirigiéndose a las masías ubicadas en las cercanías de esta vía, sin tomar ninguno nos plantamos al costado de la ermita de la Mare de Déu del Grauet, pasamos de largo y después de cruzar la riera y subir un repecho nos encontramos en una carretera asfaltada. Es hora de consultar de nuevo el plano, beber un trago de agua, calentar un poco las manos .... el entumecido cuerpo y..... volver a pedalear, hay ganas de llegar ya al coche, el sol está detrás de los montes que nos rodean y sus débiles rayos no llegan a calentarnos y nosotros cada vez tenemos el cuerpo más frío…..brrrrrr.
Seguimos la estrecha carretera a la derecha y empezamos una larga subida que casi agradecemos para desentumecer las piernas y calentarlas un poco, después de varias curvas y ya en bajada vemos y oímos el eje C-25 , llegando a la carretera paralela al mismo en su pk. 3. Solo nos quedan 1,5 km para llegar al coche, miramos hacia arriba y vemos encima de nosotros el Castillo de Castellar que parece darnos la bienvenida. Ya estamos en el punto del que tres horas y media antes habíamos salido, con casi mil metros de desnivel acumulados en nuestras piernas y con ….frío…..brrrr….mucho..frío. , pero contentos de haber conocido una zona curiosa y poco frecuente.
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