22 y 23 Mayo 2010
El Macizo de las Maladetas tiene un significado un tanto especial para mí y para muchos montañeros. Aparte de albergar la máxima altura del Pirineo, cuenta con la mayor extensión de hielo de nuestro país y un último reducto de lo que fue en su día un gran glaciar, de los muchos que la cadena Pirenaica acogía.
La primera vez que lo visité, hace ya muchos años, siendo un joven principiante en las montañas, mi cara se iluminó de asombro y curiosidad cuando vi, pisé y transité por la masa de hielo de la que aflora el Pico Aneto. Su ascensión me gustó, ya que elegí la ruta que discurre por todo su glaciar desde el Pla de Aigualluts, alejándome de su concurrida ruta normal por los Portillones. Años más tarde, recién titulado como Guía de Montaña, también realicé aquí mi primera actividad guiada en una ascensión glaciar estatal. Aún conservo alguna foto de aquellas actividades que fueron mi presentación ante el omnipresente Aneto y sus acólitos.
Desde aquellas fechas, he visitado en numerosas ocasiones el Macizo y he tenido la oportunidad de ascender al “Jefe” por varias de sus vías y curiosamente la que menos he transitado ha sido su ruta normal. He pisoteado el glaciar y sus picos en verano y en inverno, a pié y con crampones y piolet, con esquís de montaña, con raquetas, con cuerdas y material de escalada, lo he sobrevolado en helicóptero, ejerciendo mi trabajo de guía o por mi cuenta, con amigos, con mi esposa…etc. y aparte de deleitarme con la visión de su ya mermada superficie de nieve y hielo ( desde 1981 el Glaciar del Aneto se ha reducido en un 35,3 %), me hace reflexionar en el futuro incierto de este bello y único rincón pirenaico. Si en algo más de 30 años he podido contrastar la enorme regresión de la masa helada del glaciar y el aumento de la presión que sometemos al entorno natural los montañeros, visitantes, turistas.etc…, que pasará dentro de no muchos años. A lo mejor podríamos observar nosotros mismos que esa menguante y frágil masa de hielo se ha convertido en un “simbólico” nevero, como ha ocurrido en otras menores extensiones de hielo pirenaico (Infiernos, Balaitús, Posets, Monte Perdido…) y nuestro glaciar “insignia”, es un helero en vías de extinción y sin capacidad (a menos que venga otra era glaciar) de regeneración o “clonación”. La realidad es que el Glaciar del Aneto y la Maladeta están en peligro de extinción y son especie amenazada como los otros glaciares y heleros pirenaicos que subsisten.
Todo esto me viene a la mente cada vez que veo la figura del Aneto y el cordal de cresta y picos que se extiende desde el Coll de Coronas hasta el Pico de Alba.
Este fin de semana he vuelto a encontrarme con “el Jefe” y pedirle permiso para ascender a uno de sus “súbditos”, el Pico de Alba.
Con el CAM, solemos visitar la zona un par de veces al año, hace poco un grupo vino a las Agujas de Ixea, en el vecino Valle de Estós. Apenas un mes más tarde otro grupo aún más numeroso afrontamos otro objetivo, algo más alto y miembro del Club selecto de los “tremiles pirenaicos”.
Veinte montañe@s del CAM, a los pies del Macizo de la Maladeta, son las 17 horas del día 22 de Mayo, hasta aquí han sido algo más de 4 horas de viaje desde Manresa. El itinerario lo conocemos a la perfección, la C-25, el cruce de Balaguer, Benabarre, la comida en Torres del Obispo, el espectacular Congosto de Ventamillo ( que ya lo podrían acondionar de una vez para el tráfico rodado ) Benasque…….,son muchos los viajes a la zona.
Poco a poco nos vamos sumando al numeroso grupo de vehículos y gentes que unos abandonan la Besurta y otros ocupamos sus lugares y eso que todavía no es temporada alta….pobre Aneto y Maladetas.
Nos equipamos, cargamos las mochilas, dudas… ¿raquetas? ¿Si...no? crampones y piolet por supuesto,…venga, venga echar las raquetas que hay bastante nieve y seguro que mañana a medio día estará muy podrida…yo llevo la cuerda…echa algún ancla y cintajo….Bueno parece que todo está listo…Venga vamos a la Renclusa que seguro que hay buena cena.
Como ha cambiado la Renclusa en pocos años, antes un destartalado refugio, casi ruinoso albergaba o mal albergaba a los que quería descansar antes de asumir alguna cumbre. Hoy todo es más moderno y reformado, sus instalaciones son más funcionales y aunque con alguna que otra carencia, dejan buen sabor de boca al montañero. Y hablando de sabor de boca, su cocina y atención sí que ganan adeptos, lejos del tópico de guardas quemados y poco atentos, con malas pulgas y dispuestos a ponernos el grito en el cielo, las personas que gestionan la Renclusa, al menos con nosotros, siempre se han portado con educación, amabilidad y cortesía y sus atenciones en la cocina y trato ha sido exquisitos…. A ver en que refugio pirenaico o alpino sale el cocinero a preguntar al grupo, que como ha estado la cena…..si queremos más….chapó por la Renclusa.
Desayunamos pronto, queremos salir tempranito pues la nieve, ¡que hay mucha por cierto ¡no está muy dura y se augura una bajada trabajosa. Así que con las raquetas puestas comenzamos con las primeras pendientes del Torrente del Alba.
Un primer alto sirve para quitarnos algo de ropa y alguno que se había resistido a ponerse las raquetas rectificara su decisión.
Vamos ganando altura a buen ritmo, lazadas, flanqueos y cuando queremos darnos cuenta estamos en la cabecera del Vallón de la Pleta de Paderna y tenemos a la vista la cresta que une el Pico de Alba y la Tuca Blanca de Paderna.
Nos dirigimos hacia la cota 2935 que marca el plano de la Alpina y vemos el acceso al collado al sur de la misma, algunos se dirigen hacia allí, otros decidimos montarnos en la cresta algo más arriba, aprovechando un corredor que nos conducirá a la mitad del recorrido, ahorrándonos la mitad de la cresta.
La pendiente es fuerte, y un flanqueo expuesto con las raquetas exige el tallar con la pala los metros finales.
Nos quitamos las raquetas, ponemos crampones, sacamos piolet y remontamos los metros finales del corredor. Estamos en la cresta.
La niebla nos envuelve, miramos la rocosa cresta y vemos al otro grupo que progresa laboriosamente por ella.
Mientras el resto llega a la brecha, un grupo nos adelantamos a marcar el itinerario hacia la cumbre. Desestimamos proseguir por la cresta hay mucha nieve y alguna cornisa. Rodeamos el pico por el N.O, a buscar una pala de nieve que sube directamente a la cresta cimera. La pendiente parece fuerte y la nieve se deja. Venga vamos para arriba...¡¡¡¡
Subimos primero con alguna zeta, pero pronto se pone más pino y...” TÓ TIESO”. La niebla no nos deja ver el final de la pala, de vez en cuando algún jirón de niebla hace intuir el acabose de la misma. Seguimos directos, la pendiente es fuerte y sostenida, aparece algún paso rocoso y mixto. Estamos cerca...¡¡
La roca aflora y nos indica el final de la nieve y el comienzo de la cresta. Estamos en un pequeño rellano de la misma a escaso 15 metros de la cima. La cresta sigue plana hasta su punto final. Hay cornisas, hace fresco y niebla. Habrá que poner cuerda si quiere pasar todo el grupo. Estas condiciones y algún “bloqueo” deciden que solo suban a la cumbre los más decididos, el resto, como queriendo afrontar pronto la bajada se enfocan cara abajo. Fotos, risas, alguna forzada, je, je, je, pero vámonos ya...¡¡.
La bajada se hace mejor de lo que algunos pensaban, con precaución, poco a poco y afianzando el piolet, destrepamos los metros más pendientes…. Veis como no es tan difícil… venga que ya queda poco...¡¡¡
Estamos todos en la brecha y un poco más adelante recuperamos las raquetas y vengaaaaaa…..para abajo……..con la rapidez que la nieve nos permite deshacemos el itinerario y buscamos un sitio para comer algo y descansar.
Comemos y bebemos, también echamos un chupito de “trencaigües” y de nuevo nos calzamos las raquetas y ¡¡hala a pelearnos de nuevo con la nieve ¡¡¡, que por cierto se reblandece a cada minuto.
Nos deslizamos o al menos lo intentamos por las pendientes nieve cada vez más blanda. En alguna de estas palas se han desprendido pequeñas lenguas superficiales de avalanchas de nieve con las que hay que ir al tanto. El grupo de cola puede observar en primera fila como se produce una de estas. Un pequeño deslizamiento de nieve, producido accidentalmente, va arrastrando lo que encuentra en su trayectoria y se va incrementando conforme avanza por la pendiente. Avanza lentamente lo que hace que podamos evitarla los que nos encontramos más abajo. Se detiene cuando la pendiente es menor y al sobrepasarla observamos que aunque no tiene mucha extensión si hay profundidad suficiente para dar un susto al que pudiera haber enterrado.
Estamos en el Ibón de la Renclusa o de Paderna, se encuentra medio helado todavía y ya queda poco para llegar de nuevo al refugio. Los últimos metros antes de llegar se hacen pesados por la alta temperatura del ambiente y el estado del blanco elemento.
Nos reunimos todos en el refugio y después de recoger el material que habíamos dejado y que algunos degusten alguna cerveza o refresco, ya estamos todos en marcha hacia los coches.
La Besurta parece una rambla, gente por todas partes, familias, paseantes, esquiadores de montaña que bajan de las rutas del Aneto o Maladetas, algún que otro algún que otr@ montañer@ al que por falta de experiencia o exceso de confianza se le ha atragantado la excursión hacia el inexorable “Jefe” y este le ha puesto en su sitio. Bajan con cara de decir “no me pillan en otra” o “la próxima vez… vas a traer a tu madre…monín¡¡¡”. Cuan osada es la gente cuando la ignorancia es su compañera……
Bueno, vamos llegando y después de recoger el equipo, cambiarnos de botas y ropa y refrescarnos en el río, decidimos juntarnos en Benasque para comer algo…….
Nos encontramos sentados en la mesa de una cafetería besnasquense, intentando que el camarero se entere del menú que hemos elegido. Le ha costado un poco pero vemos que con más o menos acierto van apareciendo los platos y la bebida solicitada……, la degustamos con ganas, entre risas, anécdotas y chistes con los que más de uno ameniza la comida. La salida ha sido un éxito, la montaña perfecta, el refugio más que bien, el ambiente estupendo. Se felicita al “responsable” de la misma, gracias Carles C., gracias....., al menos hoy no has dicho la temida frase de “jo conec una drecera”, ante la que más de uno se echa a temblar…., no te enfades que es con cariño.
Pagamos o al menos lo intentamos, la encargada de la cafetería, con una actitud nada elogiable se “despacha“, con un montón de comentarios fuera de tono y de lugar ante el hecho de que queramos pagar cada uno nuestra consumición. El hecho es que cada uno ha elegido un menú diferente, plato combinado o pizza, amén de las bebidas de rigor. Ella dice que es más fácil (para ella, por supuesto si…) cuenta conjunta y división. Lo entendemos pero no lo compartimos, hay mucha disparidad en los menús y por eso hemos optado por pagar cada uno lo suyo. La encargada pone mala cara y peores modos, que se los podía haber ahorrado, por cierto. Algunos para no ponernos a su altura nos tenemos que morder la lengua. Pagamos y vamos saliendo al exterior a respirar un aire menos viciado y menos tenso. Sale el último, parece que a la “amable” encargada le han salido las cuentas. ¡¡¡ Qué manera de hacer clientela ¡¡¡.
En estos tiempos de crisis económica, esta señora podría dar un máster en relaciones públicas y dirección de establecimientos hoteleros.
No obstante creo que ni nosotros, ni los del CAM presentes, volvamos a pisar la Cafetería LA BRASA de Benasque, ni a “degustar” sus ensaladas pasadas, refritos grasosos, ni menús batalleros.
Por 12 € hay mejores sitios para escoger y como se dice por esta tierra aragonesa… .“ a cascala..”
Salimos de Benasque con rumbo a casa, nos quedan unas horas de viaje, algunos aprovecharan para dormir un rato, otros recordarán las anécdotas de la jornada… otros ,haremos planes para próximas salidas.
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