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miércoles, 21 de julio de 2010

El Arco Geotectonico de Piedrafita de Jaca







30/06/2010






El valle de Tena alberga una infinidad de lugares y rincones para disfrutar de la naturaleza con plena libertad. Ibones, fuentes, saltos de agua, caminos y sendas (no contamos la extensa profusión de cimas y picos, muchos de los cuales superan los 3.000 m) deleitan nuestros ojos y llenan nuestras sentidos con su riqueza visual de paisajes, colores y formas.

Uno de estos lugares, curioso e interesante, es el arco natural formado al pié de la Sierra Telera y cercano al Ibón de Piedrafita.

Cuando lo visité hace ya muchos años, pocos conocían de su existencia, eran en su mayoría montañeros, pastores y algún vecino de las poblaciones cercanas. Hoy ya no es difícil encontrarse en temporada veraniega con bulliciosos grupos y familias “en busca del arco ese…”.



Aunque es visible (si se conoce su situación) desde muchos lugares del valle, su mimetismo con el entorno hacen que pase disimulado a una primera inspección ocular y si no se dispone de una reseña o un plano detallado que facilite su situación no es fácil que sea localizado por una persona poco avezada en la montaña.

Hoy hemos decidido hacer “un descanso activo”, el Vignemale del otro día, con su mal tiempo y la pesada mochila que llevábamos a nuestras espaldas han aconsejado unos días de relajo.

Quiero visitar de nuevo este monumento de la naturaleza y con un poco de suerte, disfrutaremos de un solitario y agradable paseo por los bosques y praderas que lo rodean.

Con el coche enfilamos Valle de Tena, en dirección a Piedrafita de Jaca, pequeña población que aún reúne en alguna de sus estrechas callejas el color y olor de una vieja población del Alto Pirineo Aragonés.

Muy cerca de esta se encuentra el Parque Faunístico de Lacuniacha, especie de zoo de montaña que intenta acercarnos a algunos de los animales que pueblan y poblaron las montañas del Pirineo y que en esta época del año es visitado por veraneantes y turistas que visitan el Valle.

Unos metros antes de llegar al aparcamiento del parque, a mano izquierda aparecen unas naves ganaderas con una pequeña explanada que nos servirá de aparcamiento para nuestro vehículo. Este será el inicio y final de la ruta, que la realizaremos de forma circular recorriendo de esta manera sus dos accesos.

Comenzamos por una amplia pista que se toma dirección sur, a los 10’ de su inicio encontramos a mano derecha unos mojones que nos indica que debemos abandonar el amplio camino. Tomamos la senda en ascenso, al principio está bastante dibujada en el terreno y se encuentra balizada por mojones que deberemos seguir. Poco a poco el rastro se va haciendo más escaso y debemos buscar la continuación de la traza cada vez que atravesamos un barcal o terraza. Deberemos intuir el camino y poco a poco nos desviamos a buscar un el cauce del barranquete de nuestra derecha. Remontamos por su cauce y volvemos a encontrarnos con algún mojón y señales.

El barranco va ganando altura, desaparece la vegetación y el prado alpino toma protagonismo. Un pastor eléctrico no cierra el paso y hay que salvarlo con precaución para evitar “sus caricias”. Si alzamos la mirada por encima del bosque y a la altura del primer zócalo rocoso en la base de la montaña podremos observar nuestro objetivo. Deberemos dirigirnos hacia el rodeando un primer promontorio y subir una especie de vaguada que nos acercará a la rinconada a los pies de la Canal del Burro.

Bordeamos el bosque por su parte este y en su límite con las rocas cercanas encontraremos mojones señalizadores y un senderillo que en varias revueltas nos acerca a la base del arco.


Los pinos que encontramos en sus alrededores se encuentran rotos y devastados, consecuencia de un alud del pasado invierno. Rodeamos el arco por el sur y nos asomamos a su gran ventanal, a través del mismo observamos el pantano de Bubal y las cercana Sierra Tendeñera.





Por medio de una estrecha vira que recorre el brazo derecho podremos acceder a su parte superior y así poder completar la estupenda vista que desde este sorprendente lugar tenemos.



Desandamos el camino hasta la base del pinar y bordeamos el mismo esta vez hacia el N.O, buscando un colladito rocoso situado encima de una cabaña de pastores y cercano a otro abrigo pastoril situado entre unas rocas. Una vez superado este colladito podremos vislumbrar el cercano Ibón de Piedrafita, lugar frecuentado en verano por numerosos paseantes y localizado a los pies de la vía normal de acceso a Peña Telera.

Desde su orilla Este y buscando el arroyo que baja del mismo podremos encontrar las marcas amarillas y blancas de un PR. que seguiremos hasta encontrar la pista que sube de Piedrafita de Jaca, a la altura del Refugio libre deras Planas. Desde este punto de la pista, podremos tomar dos opciones, continuar por la pista hasta nuestro vehículo, o la más aconsejable, seguir el PR., que traviesa dicha pista de curva en curva ahorrándonos tiempo y pudiendo disfrutar de un agradable paseo por un bosquecillo de pinos. Después de atravesar la pista en varias ocasiones y cuando esta toma una larga diagonal en descenso en un lugar cercano a una cleta de ganado, seguimos el trazado de la pista y en unos centenares de metros nos encontramos la barrera que cierra la pista al tráfico rodado no autorizado y ya muy próximo al lugar donde dejamos el vehículo.

En poco más de 3 horas y media, hemos completado un recorrido circular que nos ha acercado a uno de los lugares más curiosos del Valle, teniendo como marco del mismo la altiva y salvaje muralla de la Sierra Telera.

Si este recorrido lo realizamos en época invernal, con nieve y con raquetas, podremos disfrutar más aún de un paisaje excepcional y solitario.

Os lo recomiendo.

1 comentario:

  1. Interesante web-blog, Antonio.... Las casualidades de la vida han hecho que volvamos a coincidir en el ciberespacio a dos viejos compañeros del curso de montaña. Las fitas marcan sendas, pero somos los montañeros quienes decidimos seguirlas o no. Un abrazo. Rafa A.

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