16-17 ABRIL 2011
El Tozal de Guara es unas de las principales atalayas del Pirineo. Como un atento vigilante de la Hoya de Huesca domina una basta extensión de terreno que hace que la vista desde su cumbre sea una de las mejores de la zona. Vigila tanto la extensa llanura sureña que abre a sus pies, como la línea de cumbres pirenaicas que se alzan al norte.
Su ascensión, aunque carente de dificultades técnicas es dura, tanto por el desnivel acumulado como por la distancia recorrida. La variedad del paisaje por el que discurre su ruta por la cara norte hace de este recorrido una auténtica enciclopedia de geología y de botánica.
Ya hace un par de años que se organizó su ascensión dentro del programa de salidas del CAM, pero las condiciones climatológicas que se presentaron en esos días aconsejaron el suspender la actividad.
Pero no cayó en el olvido…. Durante el tiempo discurrido, Eli y yo hemos ido visitando mas “miradores del Pirineo”, algunos “viejos conocidos míos”, otros nuevos lugares donde contemplar el basto y accidentado paisaje que acoge las montañas aragonesas.
Este año, la ascensión al Tozal de Guara se volvió a incluir en el programa anual del CAM y además quisimos darle algo más de color a la actividad, se incluyó dentro de una travesía circular de la montaña para así poder visitar los principales accesos de su cara norte.
En esta actividad de senderismo nos hemos reunido 19 personas del CAM, para algunos esta no era la primera vez que visitaban la zona, pero para la gran mayoría suponía el conocer y recorrer paisajes y lugares nuevos y sumar una nueva ascensión y a todos nos unía unas ganas enormes de pasarlo bien y disfrutar de un fin de semana de compañerismo y montañas.
Después del habitual encuentro en nuestro punto de reunión nos dirigimos hacia la provincia de Huesca. Es una ruta que es muy conocida para mí, ya que durante mucho tiempo fue el camino que recorría semanalmente para ir a ver a Eli y a mi familia. Ha cambiado bastante en unos pocos años, la apertura de nuevos tramos de autovía nos permite llegar al Alto Aragón en unas tres horas escasas.
Cuando nos queremos dar cuenta estamos en las inmediaciones del pantano de Argüís que es el punto donde abandonamos la carretera principal para tomar una secundaria que nos adentrará en los solitarios parajes de la Guarguera. Esta zona del Alto Aragón ha sido una de las grandes “olvidadas” por la Administración, durante mucho tiempo ha estado y sigue estando con un índice de población muy bajo y numerosos pueblos abandonados dan fe de su olvido.
Cuando nos adentramos en el valle de la Guarguera por la angosta y casi única vía de comunicación “medio decente” la imponente silueta de la Peña Guara ya preside el paisaje y como un enorme vigilante de estos lugares es vista casi desde cualquier punto de la zona.
Nocito o Nozito como se le denomina en “fabla aragonesa” nos recibe a los pies de la gran peña. Como ha cambiado en unos pocos años, la antigua y semiabandonada población que antaño nos encontrábamos los pocos visitantes de esta apartada zona, ha dado paso a un remozado pueblecito restaurado” con más o menos acierto “en algunos casos, donde varias antiguas e importantes casonas se han convertido en “casas rurales” que acogen al ya importante número de visitantes que atraen estos bellos lugares.
Hemos conseguido alojamiento “y a un precio razonable” en una de estas casas y una vez acomodados, varios de nosotros y antes de cenas “curioseamos” los rincones de esta población. Los “futboleros” se dedican a buscar el lugar donde ver el partido de la temporada, el “Barça-Madrid” que hoy precisamente retransmiten.
Después de una buena cena y una agradable velada, un reparador sueño nos permitirá afrontar la dura jornada que mañana nos espera. Los futboleros siguen con su tema….
Son poco más de las seis de la mañana, nos encontramos al principio de la pista que se dirige hacia el sur junto al puente sobre el río Guatizalema junto a Nozito. Con el fresco de la mañana seguimos el trazado de la pista hasta que unos 2 Km más abajo nos encontramos un cartel indicador donde se divide.
Nos adentramos poco después de cruzar el río en el Barranco de Lapillera y seguimos junto a su cauce por una pista en bastante mal estado. En este barranco empezamos a ver la gran variedad de especies vegetales que pueblan estos parajes, reconocemos numerosos árboles y arbustos exigentes de un gran grado de humedad, hallas,arces,álamos, tilos…etc, proliferan en este microclima especial que anida en uno de los lugares más agrestes y secos de la zona norte de la provincia de Huesca.
Nos adentramos poco después de cruzar el río en el Barranco de Lapillera y seguimos junto a su cauce por una pista en bastante mal estado. En este barranco empezamos a ver la gran variedad de especies vegetales que pueblan estos parajes, reconocemos numerosos árboles y arbustos exigentes de un gran grado de humedad, hallas,arces,álamos, tilos…etc, proliferan en este microclima especial que anida en uno de los lugares más agrestes y secos de la zona norte de la provincia de Huesca.
A unos 30 minutos , aproximadamente, desde el cartel indicador tomamos un sendero , señalizado, que asciende a nuestra derecha y que encontramos nada más cruzar el río en la margen izquierda del barranco. Un poco más adelante se encuentra, una importante badina del rio llamada “ Brazo de Mar” , y que es muy visitada en época estival por excursionistas y visitantes de la zona.
Al poco de empezar a subir el sendero que nos conduce al Collado de Chemelosas, estamos atentos para encontrar a nuestra derecha un cruce en el sendero y que salvando un pequeño resalte nos adentra en el bosque.
Seguimos ganando altura y en poco más de 1 hora y 30 minutos accedemos al pequeño prado del Collado de Chemelosas. Un trago de agua y una vista al horizonte son la excusa perfecta para realizar un pequeño alto. En los riscos que dominan este paraje, unos sarrios saltan de roca en roca demostrando sus habilidades como trepadores.
Seguimos el sendero y un poco más adelante nos detenemos de nuevo para admirar a nuestra derecha un gran tejo, árbol centenario que ha adquirido unas proporciones grandiosas, es muy difícil poder ver un ejemplar de estas características, ya que es un árbol de crecimiento muy lento.
Llegamos al collado de Petreñales y desde aquí descubrimos toda la vertiente sur de la Peña que se abre ante nuestros ojos. La Hoya de Huesca se extiende a nuestros pies con toda su extensión. En el prado a la izquierda del collado nace un sendero que al poco no lleva a la Fuente del Chinebro, uno de los lugares donde podremos repostar un poco de agua. En esta zona nos encontramos con el camino que sube por el sur por la Ermita de Fabana.
En una zona de collado al poco de salir del bosque, desaparecen los árboles y el boj y el erizón pueblan la parte sur de la montaña. En un lugar en medio de esta vegetación hacemos un alto para comer y beber algo a fin de reponer fuerzas antes de acometer el último tramo para coronar el Tozal.
Seguimos los mojones y fitas tratando de no perder su rastro, un poco más adelante y una vez superados unos resaltes una variante ( por el espolón ) se desvía a la derecha remontando hacia la cumbre por el otro lado de una canal de piedras. Nosotros seguimos por la pedrera y una senda muy bien marcada nos conduce hacia el filo ce la cresta de la montaña por la Canal del Abadejo. Nos asomamos a la vertiente norte y bajo nuestros pies se abre la Guarguera y toda la ladera norte del Tozal con Nozito a muchos metros por debajo de nosotros. La vista es impresionante, al fondo la raya montañosa de las cumbre del Pirineo. Seguimos cresteando y ya vemos la cumbre con su cruz encima de un gran pedestal. Ya hemos llegado.
Seguimos los mojones y fitas tratando de no perder su rastro, un poco más adelante y una vez superados unos resaltes una variante ( por el espolón ) se desvía a la derecha remontando hacia la cumbre por el otro lado de una canal de piedras. Nosotros seguimos por la pedrera y una senda muy bien marcada nos conduce hacia el filo ce la cresta de la montaña por la Canal del Abadejo. Nos asomamos a la vertiente norte y bajo nuestros pies se abre la Guarguera y toda la ladera norte del Tozal con Nozito a muchos metros por debajo de nosotros. La vista es impresionante, al fondo la raya montañosa de las cumbre del Pirineo. Seguimos cresteando y ya vemos la cumbre con su cruz encima de un gran pedestal. Ya hemos llegado.
Poco a poco nos vamos reuniendo en la cima y después de fotos, risas, felicitaciones y algún que otro chiste e historia, emprendemos la bajada. Vamos a realizar la circular de Guara y bajaremos por el collado este de la Peña. Seguimos cresteando hacia las puntas que nos quedan al este y en un extenso collado antes de iniciar la subida a las mismas , giramos a la izquierda siguiendo una senda marcada por una fita.
Continuamos por este camino que nos conduce por la vertiente norte hacia una pedrera, aquí nos encontramos con un numeroso grupo que sube por esta vertiente, serán pocas las personas que veremos hoy en la montaña y menos en esta zona. Una vez salvada la pedrera y atravesado el comienzo de dos barrancos, llegamos a unos prados donde hacemos el alto para comer. Al sol se está bien, resguardados de la fresca brisa de esta ladera ubaga, por unas matas de boj y matorrales, damos buena cuenta de los bocadillos y demás viandas que cada uno lleva en su mochila. No falta ni la bota de vino se comparte al igual que “ los trencaigues”, que ya son una tradición en las salidas del CAM.
Continuamos por este camino que nos conduce por la vertiente norte hacia una pedrera, aquí nos encontramos con un numeroso grupo que sube por esta vertiente, serán pocas las personas que veremos hoy en la montaña y menos en esta zona. Una vez salvada la pedrera y atravesado el comienzo de dos barrancos, llegamos a unos prados donde hacemos el alto para comer. Al sol se está bien, resguardados de la fresca brisa de esta ladera ubaga, por unas matas de boj y matorrales, damos buena cuenta de los bocadillos y demás viandas que cada uno lleva en su mochila. No falta ni la bota de vino se comparte al igual que “ los trencaigues”, que ya son una tradición en las salidas del CAM.
Nos cuesta ponernos en marcha , con la tripa llena siempre cuesta y encima en ascenso…..
Nos adentramos en un bosque de abetos y nuestra senda nos deja en una pista que seguimos. Pasamos al lado del refugio de Petreñales con un punto de agua accionado por una manivela de embolo de las de antes . La pista cruza a la otra ladera y continua en ascenso, tras pasar una curva a la derecha de casi 180º y unos 150 m después tomamos un desvió a la izquierda en la pista. El camino en su principio se haya poco marcado pero su trazado es bueno y en poco tiempo nos deja en unos campo. Seguimos la senda , pasamos entre dos peñas y llegamos a los campos de la Paul. Poco después llegamos a un cruce de caminos y tomamos el que nos sale a la izquierda luego un cartel indicador señala la dirección a seguir. Cruzamos el barranco de Abellada y después de pasar otro cruce, seguimos recto y giramos en el siguiente a la izquierda. Ya vemos nuestro destino, un suave descenso nos deja en el aparcamiento situado al este de Nozito .
Ha sido una buena ruta que nos ha permitido realizar una circular a este emblemático balcón del Pirineo y nos ha dado a conocer la vertiente norte de la montaña.
Para mí ha sido un placer volver a visitar este lugar, para los que no lo conocían han podido apreciar uno de los pocos lugares del prepirineo que aún conserva un cierto grado de “ olvido”, la Guarguera.
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