UN VIAJE A LAS MONTAÑAS DEL PERU
Este año SI ¡¡¡…… toca salir a recorrer otras montañas....yo tenía ganas de
que Eli conociera los Andes. En un principio habíamos planeado un viaje a
Bolivia y el sur de Perú, pero al final hubo un cambio de planes y decidimos
marchar a la Cordillera Blanca y el Huayhuash en el Perú Central.
Bolivia y Cuzco deberán esperar un poco....al menos para Eli... yo ya he
recorrido esas montañas , visitado la antigua capital de Imperio Inca y el
famoso Machu Pichu en varias ocasiones y aunque no me importaba volver a subir
alguno de sus nevados y disfrutar del
Cuzco antiguo y el Machu Pichu, al final fue ella la que me convenció y cambiamos nuestro
viaje.
Eli se ilusionó con el proyecto y se involucró de tal manera que fue ella
la que se encargó de la organización del
viaje, planning, vuelos y demás preparativos.... un lujo. Es la primera vez en
mi vida que no corre de mi cuenta “la preparación y organización” de la actividad.
Yo me sentí un poco mal y me responsabilicé de la parte técnica y de la
preparación del material.
Han sido muchas horas de pensar, decidir, sopesar y preparan todo lo
necesario para pasar algo más de tres
semanas a muchos kilómetros de casa y con un proyecto de montañas bastante
ambicioso.
Como corre el tiempo y sin darnos cuenta nos hemos plantado en el puente de
San Juan , parece ayer cuando muchos meses atrás y nuestro proyecto era
solo eso...“un proyecto”. Ahora son las 19.00 h y estamos en el aeropuerto de Barcelona, enfrente del
mostrador de Iberia a punto de facturar nuestro equipaje con destino a Lima.
Con nosotros se encuentra muestra amiga Montse que se ha sumado con ilusión y
mucha ganas a nuestra empresa. No hay nadie en la cola y la azafata de facturación se muestra amable
con nosotros, vamos un poco pasados de peso, pero no nos pone problemas y
facturamos sin contratiempo, es la ventaja de ir con tiempo. Hacemos unas escala en MADRID y de nuevo embarcamos con destino a Lima la capital de Perú.
Los vuelos transoceánicos son pesados, pero hemos tenido suerte y nos han
colocado en la zona más amplia, la situada junto la salida de emergencia, es de
agradecer pues podemos disponer de más espacio para poder estirar las piernas.
Después de una típica cena “de avión” la noche la pasamos en un duerme-vela
continuo, solo interrumpido por el ir y venir del personal de vuelo que ofrece
algún refrigerio.
Son cerca de las 06:00 h de la mañana y nos disponemos a aterrizar en Lima.
La capital nos recibe con la típica neblina invernal y con su cielo gris
plomizo... ¡qué clima más deprimente ¡
El tráfico de la ciudad es estresante, cosa común en muchas ciudades
suramericanas, pero nada que ver con el que se sufre en La Paz (Bolivia) eso sí
que es estrés. Es el primer contacto de Eli con un país andino y siempre
impacta el caos reinante, ruido, humos y sobre todo la agobiante contaminación
acústica producida por el incesante sonido de los cláxones de los vehículos que
es constante.
El desplazarnos desde el aeropuerto internacional J. Chávez hacia el centro en busca de la terminal de buses nos cuesta casi
dos horas, el tráfico es caótico y circular a primera hora de la mañana por el
centro de Lima puede acabar con la paciencia de cualquiera. Poco vemos de la
ciudad salvo su cielo plomizo y los
atascos de sus avenidas principales.
Hemos llegado con tiempo a la estación , después de recoger los
billetes nos relajamos tomando un desayuno a base de zumo, café con leche y
tostadas. La estación de la compañía Cruz del Sur, que es la que no llevará a
Huaraz, está repleta de viajeros. Aquí cada compañía tiene su propia terminal y
están distribuidas por varios puntos de la ciudad. Cuando se acerca la hora nos
acercamos al mostrador de salidas y entregamos el equipaje, nos dicen que
llevamos exceso y que hay que pagar... lo que faltaba¡¡¡. Decidimos protestar
un poco...¡¡¡...al final cuela y con unas bolsas de mano que más bien parecían
petates nos disponemos a embarcar.
Aquí todo es controlado, los equipajes escaneados, nosotros cacheados, las
bolsas abiertas...¡¡¡¡ parece que se toman en serio esto de la seguridad en
Perú. Al final logramos ocupar nuestros asientos sin más contratiempos. Nos
espera 8 horas de viaje hasta Huaraz... nos lo tomaremos con calma.
Salimos de Lima, el tráfico sigue infernal y encima agravado por el
accidente del vuelco de un camión que provoca retenciones. Vemos el paisaje de
los suburbios limeños, los mercados, el gentío, el intenso tráfico de
mercancías que fluye de cualquier lugar, gente ociosa y otros inmersos en una
vertiginosa actividad...todo esto lo recogen nuestras miradas y el objetivo de
la cámara fotográfica que Eli enfoca hacia cualquier rincón captando cada uno
de los detalles de estas escenas.
La carretera discurre paralela a la costa, el mar grisáceo y alborotado se
confunde con el color del cielo, la costa formada por acantilados arenosos
parece desierta, solo alguna cala con
barcas de pescadores y pequeños chamizos aparecen de vez en cuando. Las
playas... desiertas, no es la época
estival.
Nos alejamos de la costa y la carretera comienza a subir. El cielo va tomando la tonalidad azul y la contaminación y las nubes desaparecen cuando
comenzamos a coger altura. El paisaje cambia radicalmente, aparece la piedra,
la vegetación de montaña, los colores ocres y verdes, las pequeñas
poblaciones... y la carretera sique subiendo al igual que el altímetro.
Nos sirven la comida en el peor tramo de curvas de la carretera, la azafata
que lleva las bandejas a duras penas se sujeta en el pasillo y yo temo que
alguna bebida y envase de comida acabe encima de nosotros.... seguimos
subiendo.... ¡
Eli trata de dormir, Montse hace rato que lo hace, yo intento mandar un
correo por medio del portátil que nos hemos traído... por cierto en el bus hay
wifi... increíble... y funciona.
Eli se despierta y dice que no se encuentra bien, que se siente extraña, yo
le enseño el altímetro... marca 4.200 m, su cara parece un poema, en pocas
horas hemos subido del tirón del nivel del mar hasta la altura de del Mont
Blanc de Tacul. Estamos a la altura del abra Conococha y a nuestro pies su
laguna.
Al fondo aparecen las imponentes siluetas de los primeros nevados,sus blancas paredes finas
crestas adornadas por formaciones de hielo y nieve a modo de estrechos
corredores que aquí se les llama
flautas. Es la cordillera del Huayhuash, mas lejos la Blanca... nuestros
objetivos.
Seguimos bajando, estamos en el Callejón de Huaylas al fondo aparece Huaraz, capital del
Departamento de Ancash que es nuestro destino.
Huaraz, situada a 3.090 m y con una población que ronda los 100.000 hb. es
la mayor población de la zona. Capital del montañismo, acoge una gran afluencia
de montañeros y senderistas con ganas de ascender y recorrer las montañas que
la rodean. Flanqueada por la Cordillera Blanca, que acoge multitud de picos con
alturas de 5.000 m y 6.000 m y por la Cordillera Negra, de mas modesta en
altitud ,y que hace de muro entre este callejón y la costa.
Sergio, el gerente de la empresa ( *omito el nombre de la misma
para no hacerle publicidad... no se lo merece ) a la que hemos contratado los
servicios en la montaña nos viene a recoger a la estación y a continuación nos
trasladamos al alojamiento que esta agencia ( * al final os diré algo de la
misma... para que estéis al caso si trabajáis con ellos) nos ha gestionado. El
Hotel Britz nos acoge... bueno esto es un decir pues el servicio y las
habitaciones de este hotel son patéticas y caras.
Una vez acomodados ( es un decir) tomamos un bocado y ... a dormir.
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