Roc del Boc
El Roc del Boc, es una modesta cumbre de la Cerdanya Francesa. Con sus 2774 m de altura se eleva próximo a la cadena montañosa que delimita por el norte la Vall de Nuria. Situado a un costado la Reserve Naturelle de la Val d’Eyne, forma parte de la Alta Cerdanya y de los valles de Planès i Riberola.
Su aproximación se realiza utilizando la pista que sale de Planès en dirección norte y sigue el curso del rio hasta que cambia de dirección y se dirige hacia el oeste, es aquí cuando hay que proseguir hacia el sur continuando la traza paralela al rio.
Esta cumbre forma parte del cordal rocoso y afilado de la Sierra de les Esques y el Roc del Boc es el punto más alto de la misma.
Este era el objetivo de la segunda salida del CAM de la temporada 2012-2013 y para ello los componentes de la misma nos dirigimos hacia la Cerdanya atravesando el Túnel del Cadí y pasando por Puigcerdá , Bourg Madame , Saillagouse, teniendo Planès como punto final. Después de una breve parada en Puigcerdá para reunir todo el grupo y aprovechar para tomar un café, la comitiva tomamos rumbo a esta población.
La carretera serpentea por toda la plana de la Cerdanya Francesa, dejando a la derecha las estaciones de esquí de Eyna y Sant Pierre dels Forcats y a la izquierda Font Romeu y Bolquere. En el Coll de la Perche, tomamos el desvío que indica Planés y ya no abandonamos la carretera hasta llegar a esta pequeña población. A la salida de este, la carretera se acaba y se convierte en la pista, que pasando al lado de unas antenas va buscando el valle que forma el rio Planés , dejando los vehículos unos metros más arriba en un aparcamiento situado en un cruce bajo unas escaleras de madera, que serán el punto inicial del recorrido.
La meteo no se presenta buena, el tiempo muy nuboso y con chubascos intermitentes que en la montaña seguro que son nieve.
Salimos por la senda que un poco más arriba nos deja de nuevo en la pista y que seguiremos hasta que en una revuelta tomamos la senda que continúa paralela al rio. La lluvia nos acompaña y entre nubes comenzamos a ver los picos que forman la cadena y que se encuentran con una ligera capa de nieve.
Siguiendo la senda nos encontramos con el Estany de Planés que bordeamos por su orilla nordeste, aunque algunos lo hacen por la parte contraria.
Aquí nos encontramos con unos cazadores que arrastran un sarrio que han abatido metros más arriba, es un ejemplar adulto y con pena observamos la escena que se desarrolla a algunos metros de nosotros. Nos enfundamos las capelinas porque el agua arrecia y continuamos hacia el extenso collado que cierra el circo. Desde aquí podemos contemplar la cresta que acaba en el Roc del Boc, no presenta buen aspecto, larga y cubierta por una capa ligera de nieve recién caída, además el viento y la niebla adornan el recorrido.
No estamos muy animados y creemos que no podremos culminar la ascensión porque en el último tramo tendremos que trepar y posiblemente utilizar alguna cuerda.
Decidimos continuar y al menos intentarlo. Nos montamos en la arista que sube directa al Roc, en su principio no presenta ninguna dificultad, pero poco a poco se va enderezando y tenemos que trepar.
En un punto concreto hay dudas, algunos intentan ganar la cumbre por la vertiente sur de la arista y en una zona tienen que sacar la cuerda para tratar de salvar una lajas lisas, los demás después de un par de pasos de mediana dificultad nos colocamos debajo del punto comprometido de la ascensión, el llamado paso del Violonchelo, que no es otra cosa que un muro vertical de unos 15 metros y de obligado paso.
Carme, la responsable de la salida y algunos otros, nos encargamos de la tarea de equiparlo para dar mayor seguridad a los menos avezados en estas artes de la escalada y colocarnos en los puntos comprometidos donde se pueda echar una mano al que lo necesite. Nos ponemos los cascos, arneses, el cabo de anclaje y seguridad, elementos necesarios en este tipo de actividad y que todos deberíamos utilizar en crestas, trepadas y escaladas, máximo cuando en el descenso nos veremos obligados a realizar un rapel en este mismo punto. Se coloca una cuerda en el paso y con otra se asegura a los menos expertos. Este no presenta una gran dificultad, tiene presas donde poner pies y manos pero está un poco húmedo, aún así la mayoría sube con destreza y habilidad. Eli pasa a mi lado y con su eterna sonrisa me indica que se lo está pasando bien, está en su elemento y progresa con agilidad en este terreno.
Siguiendo la senda nos encontramos con el Estany de Planés que bordeamos por su orilla nordeste, aunque algunos lo hacen por la parte contraria.
Aquí nos encontramos con unos cazadores que arrastran un sarrio que han abatido metros más arriba, es un ejemplar adulto y con pena observamos la escena que se desarrolla a algunos metros de nosotros. Nos enfundamos las capelinas porque el agua arrecia y continuamos hacia el extenso collado que cierra el circo. Desde aquí podemos contemplar la cresta que acaba en el Roc del Boc, no presenta buen aspecto, larga y cubierta por una capa ligera de nieve recién caída, además el viento y la niebla adornan el recorrido.
No estamos muy animados y creemos que no podremos culminar la ascensión porque en el último tramo tendremos que trepar y posiblemente utilizar alguna cuerda.
Decidimos continuar y al menos intentarlo. Nos montamos en la arista que sube directa al Roc, en su principio no presenta ninguna dificultad, pero poco a poco se va enderezando y tenemos que trepar.
En un punto concreto hay dudas, algunos intentan ganar la cumbre por la vertiente sur de la arista y en una zona tienen que sacar la cuerda para tratar de salvar una lajas lisas, los demás después de un par de pasos de mediana dificultad nos colocamos debajo del punto comprometido de la ascensión, el llamado paso del Violonchelo, que no es otra cosa que un muro vertical de unos 15 metros y de obligado paso.
Carme, la responsable de la salida y algunos otros, nos encargamos de la tarea de equiparlo para dar mayor seguridad a los menos avezados en estas artes de la escalada y colocarnos en los puntos comprometidos donde se pueda echar una mano al que lo necesite. Nos ponemos los cascos, arneses, el cabo de anclaje y seguridad, elementos necesarios en este tipo de actividad y que todos deberíamos utilizar en crestas, trepadas y escaladas, máximo cuando en el descenso nos veremos obligados a realizar un rapel en este mismo punto. Se coloca una cuerda en el paso y con otra se asegura a los menos expertos. Este no presenta una gran dificultad, tiene presas donde poner pies y manos pero está un poco húmedo, aún así la mayoría sube con destreza y habilidad. Eli pasa a mi lado y con su eterna sonrisa me indica que se lo está pasando bien, está en su elemento y progresa con agilidad en este terreno.
Sin ningún contratiempo se supera el paso y solo nos quedan los últimos metros de cresta para alcanzar la cumbre.
La vista desde este punto la tenemos limitada por la niebla que nos envuelve, aunque podemos apreciar la vertiente norte y el amplio valle que acoge la Cerdanya, al fondo la zona del Carlit y montañas próximas a la cadena que se dirige a Andorra está bastante cubierta. Al este el Canigó, se esconde bajo las nubes.
Fotos, risas, un refrigerio y unos “chupitos” de petaca nos predisponen para la bajada que nos espera.
Algunos nos adelantamos al grueso del grupo para ir preparando el rápel que nos permitirá salvar el obstáculo del paso del Violonchelo, pero de bajada.
Eli baja la primera y coloca las cuerdas, yo me quedo en la cabecera del rápel para ir comprobando su colocación y Jordi y alguno más se distribuyen en su parte final para agilizar el paso.
Individualizo las cuerdas lo que nos permite disponer de dos rápeles con lo que podemos imprimir más rapidez al grupo. A algunos para ganar tiempo y seguridad, se les descuelga, ya que no se sienten seguros en este tipo de maniobras.
En poco tiempo, todo el grupo se encuentra a varios metros del final del rápel y Carles, que se ha quedado el último se ocupa de su recogida. Todo ha ido perfecto, ya podemos quitarnos los cascos y aprovechamos para comer algo.
Comenzamos el descenso y el tiempo poco a poco se va abriendo, un contraste de luces y colores nos acompañan durante el camino de regreso a los vehículos. A la altura del Estany de Planès hacemos un breve descanso y admiramos el paisaje. Un poco más abajo ya en la pista, nos cruzamos con los cazadores que están recogiendo el material y podemos ver al pobre sarrio que han abatido, es un ejemplar de buen tamaño y con unos cuernos bien formados, pobre animal.
Hemos llegado a los coches, pero no todos, el pequeño grupo que iba por delante, se ha pasado el inicio de la senda y ha continuado pista abajo, cuando se han dado cuenta han tenido que remontar de nuevo la pista para poder coger el inicio de la senda. Total algo más de 20 minutos de propina.
Después de la jornada nos reunimos todos de nuevo en Puigcerdá para tomar algo y comentar la jornada, hay gana y un café con leche calentito con una pasta nos reconforta. Otros son fans de una buena jarra de cerveza... para hidratar, claro.
Se ha acabado la jornada, solo queda el regreso a asa y esperar a la próxima. Ha sido una buena jornada y una bonita ascensión.
Guaaaaauuuuuu,
ResponderEliminarQué explicación tan detallada, me ha hecho recordar tan magnífico día.
Gracias Antonio por plasmar en este blog nuestros recuerdos.
Es una bonita ascensión y tiene mérito mover un grupo tan numeroso con esa meteorología adversa. Si bien por su altura y por su importancia orográfica es una montaña más bien modesta, como dices, creo que por su dificultad -sobretodo en invierno- supera a otras muchas vecinas con más renombre (como Puigmal, Noufonts o Bastiments).
ResponderEliminarSubí el Roc del Boc el otro día. Las condiciones tampoco eran las mejores, pues hacía frío y viento, además de una niebla espesa. Sin embargo es posible evitar el paso del Violonchelo sin grandes contratiempos por la vertiente oriental y bajar siguiendo la divisoria o cuerda de la sierra hacia el norte -que es más fácil-, evitando así pasar por el mencionado paso y cerrando un circuito, que siempre es más ameno y bonito que volver por el mismo sitio.
Gracias por tu comentario, ya vi la posibilidad de evitar el paso del Violonchelo, pero ese paso es un poco la salsa de esa montaña. También teníamos previsto la posibilidad de hacer la circular que comentas pero al final decidimos bajar por la misma vía de ascensión, por esa banda estaba mucho mas cubierto y con fuerte viento.
EliminarUn saludo.