lunes, 31 de mayo de 2010

GR-92 . EL CAMÍ DE RONDA ENTRE PALAMOS Y SANT FELIU DE GUIXOL







GR-92 (PALAMÓS- SAN FELIU DE GUIXOL)


15-05-2010





No todos los fines de semana va a ser subir montañas, comerse desniveles, pisar nieve, utilizar cuerdas,piolet y crampones... etc., de vez en cuando toca realizar alguna ruta de senderismo por PR,s suaves, cambiar el entorno montañero, y disfrutar de la naturaleza desde otra dimensión y marco. Por eso este sabado hemos cambiado la montaña por el mar..., si por el mar, porque en la Costa Brava se puede disfrutar de una agradable caminata a la orilla del Mediterraneo y saborear con deleite de un paisaje insólito y gratificante.




El GR-92, es un sendero de gran recorrido que a lo largo de sus 583 kms, une Portbou en Girona con Amposta y Ulldecona en Tarragona. Tiene 31 etapas y 8 variantes, que permiten recorrer toda la Costa Brava y resto del litoral catalán, y hacer que nos asomemos a bellos y escondidos rincones de una linea de costa a menudo muy dañada y explotada.

Ya el año pasado Eli y yo habíamos hecho uno de los tramos más interesantes y bellos de este GR, el que une la bonita población de Tamariu con la de Palamós. Realizamos la ida y vuelta por este itinerario y lo dividimos en dos etapas, una la hicimos por el GR, que salva por el interior la zona de Cap Roig, permitiéndonos conocer la paste boscosa del mismo y la vuelta por el Camí de Ronda que bordea toda la zona de acantilados del lugar. No cabe decir que me quedé impresionado por la belleza del sendero y por los contraste tan bellos de mar y roca, una delicia. Y si a esto le añadimos una bonita noche en una solitaria cala de pescadores, iluminada por una cercana tormenta en el mar, pues no hace falta adivinar que me quedé con ganas de seguir conociendo más etapas de este bonito GR.

Esta temporada, en la programación del CAM, se había incluido una de estas etapas del GR, concretamente la que discurre entre Palamós y San Feliú de Guixol, justo la siguiente a la que habíamos realizado el año anterior.

Esta excursión reunió a un buen grupo de gente con ganas de conocer una zona nueva y poder disfrutar de una jornada “diferente” de senderismo. Dicho y hecho, como siempre nos juntamos los participantes en el habitual lugar de reunión y una vez agrupados los vehículos tomamos rumbo a la costa, hacia Palamós……..



Estamos en el Paseo del Mar de Palamós, a la orilla del mar Mediterráneo, somos 16 ilusionados excursionistas con ganas de emprender esta sencilla pero bonita etapa que nos hará recorrer los casi 17 Km que separan estas dos bellas poblaciones costeras.

Una fotografía del grupo junto al monumento de “Palamós a las gentes del mar” es el punto de inicio a esta caminata y comenzamos la ruta…

La primera parte discurre por zona urbana y muy habitada, varias playas, a estas primeras horas de la mañana desiertas, nos hacen tomar contacto con la arena dorada y fina que será nuestro camino durante buena parte del recorrido.



En la Punta Valentina, nos encontramos con un tramo de costa rocosa bastante interesante, varios desvíos permiten acceder a la calas que se adivinan metros más abajo.



La Torre Valentina, otro de los lugares interesantes que adornan este recorrido, es la torre defensiva de una antigua masía que da nombre a la zona.

Durante este tramo, los pinos nos acompañan y en muchas ocasiones casi baja hasta la orilla del mar.

Seguimos recorriendo playas y rincones característicos, Punta de Roques Planes, del Malpás, la cala de la Roque del Paller, la del Horno, Isla Roja…….



Hay tramos donde el camino acondicionado se encuentra muy deteriorado e incluso ha desaparecido y en otros vallas y cintas lo cortan y advierten de su peligrosidad. Es una pena que se encuentre en este estado de conservación y no se cuide con cariño este sencillo y bonito recorrido.



Llegamos a Platja d’Aro, aquí volvemos al camino urbanita que nos hace atravesar por paseos y calles esta población y seguimos por urbanizaciones y carrerones bordeando chalets, unifamiliares, pisos y hasta el Club Náutico.

Bueno vemos arbolado y tierra de nuevo. En Punta Prima y en Cala sa Conca, tomamos contacto de nuevo con el mar.









Entramos en S’Agaró, siguiendo un Camí de Ronda muy ancho que bordea importantes mansiones. Antes de llegar aquí hemos parado a comer algo, en una pequeña caleta, entre bromas y chistes hemos sacado nuestras viandas y hemos dado cuenta de las mismas con gana y apetito. Unos chupitos de “trencaiguas” junto al café caliente de algún termo nos ponen las pilas otra vez y continuemos el recorrido.



Mas playa, calles entre urbanizaciones y algún que otro desvío que hace que nos apartemos de la zona poblada y nos asomemos al mar, para volver de nuevo a pisar asfalto muy cerca del lugar donde habíamos estado antes (esto hace que más de uno jure y perjure no tomar ningún desvío mas por muy bonito que sea el paisaje…. risas y cachondeo general).

Hemos llegado a la Punta del Molar y a la Cala Ametller, aquí tenemos que estar atentos ya que el camino en un punto puede llevar a error.

Bordeando la costa llegamos a la Punta de Ses Cofres y nos asomamos a ver el inicio de la Vía ferrata de Cala del Molí y comprobamos que está desequipada, ya nos lo habían comentado, lástima….











Seguimos el camí de ronda que continua por la escarpada costa y ya vislumbramos la proximidad de San Feliú.

Unos chalets, algunas calles y un breve trozo de carretera asfaltada nos acercan a Club Náutico, al que accedemos por un tramo de escaleras y calles próximas.

Hemos llegado a San Feliú, nuestra llegada coincide con la celebración de un triatlón de verano donde numerosos atletas de esta modalidad miden sus esfuerzos con la bici, la carrera y la natación. Mientras dejamos al grueso del grupo tomando una cerveza o algún helado, los conductores de los vehículos que hemos dejado en Palamós, cogemos el transporte público que nos devolverá a esta población para una vez recuperados los coches, retornemos a San Feliú y dar por terminada la excursión.

Llueve, parece que este tramo de GR, se quiere despedir de nosotros enseñándonos todos sus climas, ahora la reemplaza al sol y nubes que nos ha hecho compañía durante todo el camino.

Me gusta este GR y creo que seguiremos descubriendo sus rincones, calas y playas….

jueves, 27 de mayo de 2010

Pico de Monteixo


 2 de Mayo 2010

Este fin de semana toca salida con el Club Alpí Montserrat, cada quince días tenemos programada una actividad y esta nos acercará a uno de los picos emblemáticos de la Val Ferrera, el Monteixo.

Su situación y orientación, hacen del un excelente mirador de la Pica d’Estats, su cercano vecino, y de la cabecera de la Val Ferrera.

Tomando como punto de partida en la pequeña población de Areu, conocida por ser el lugar donde se desarrolla la Cuita del Sol, exigente Carrera de montaña que “ corriendo más que el Sol”, llega a la cima del Monteixo antes que el astro rey se oculte entre las montañas vecina. Aquí pasamos noche, nos alojamos en el Camping Pica d’Estáts donde degustamos una abundante cena solo enturbiada por los malos modos y evidente falta de tacto del dueño del camping con varios de los componentes del grupo, por un motivo de “si duermo aquí o en mi furgoneta…”, evidentemente así no se ganan clientes y está claro que varios de nosotros decidimos no volver a pisar mas este lugar (… y eso que le dejamos unos cuentos euros en concepto de cena y alojamiento).

Teniendo la noche estrellada como techo, tomamos la pista que se dirige hacia el Pla de la Farga y luego al de la Selva, donde dejamos el vehículo. La pista , ya de desde su inicio en Areu ( los primeros kilómetros son asfaltados, bueno si así se le puede llamar a un firme lleno de boquetes, charcos y escalones, se encuentra en muy mal estado y sobre todo entre los tramos de Pla de la Fraga-la Selva, así que ojo con los bajos y cárter del vehículo.





Una vez aparcado el vehículo, y por la pista, vamos ganando altura, tomando de vez en cuando algún atajo que acorta alguna lazada de la pista.




Llegados a la Pleta dels Frares, la pista se convierte en sendero y comienzan a aparecer las primeras mancha de nieve. Seguimos el torrente que desciende del lago de Aixeus y antes de alcanzar su cubeta nos calzamos las raquetas con las que progresamos con rapidez por una nieve compactada .Superamos una pendientes fuertes antes del lago y el sol ya nos acaricia, primero suavemente y luego con fuerza. Estamos en el Estany de Aixeus, aquí nos tomamos un respiro y aprovechamos para reponer fuerzas comiendo algo. Nos calzamos los crampones y agarramos el piolet a la vez que admiramos el Circo D’Aixeus que ocupa todas nuestras miradas, tenemos toda la muralla desde el Pic de Norris al Monteixo frente a nosotros. Unas paredes surcadas por varios corredores (alguno muy interesante, tomo nota) y adornadas por enormes viseras y cornisas amenazantes, que ya empiezan a desgajarse provocando avalanchas de fusión que adornan la pendientes.









Tomamos dirección S.O. por una amplia y pendiente pala de nieve que nos acercará a la ruta normal del Monteixo. Hace calor, la nieve rápidamente pasa de costra a nieve blanda y ello dificulta nuestro avance. Antes de alcanzar la base del pico, progresamos por un tubo que presenta una capa de nieve inestable, extremamos las precauciones y en línea de máxima pendiente tomamos la ruta que creemos más segura.















Nos encontramos debajo de la pala somital del Monteixo, sus rocas cimeras no se encuentra totalmente cubiertas por la nieve, además una capa recién caída hace más dificultoso su avance. Avanzamos con atención, no hay mucha caída, pero la pala final está sembrada de rocas y piedras y no nos agradaría tener un resbalón.



Unas cortas lazadas y un último esfuerzo nos hacen ganar la cresta cimera y la cumbre del Monteixo. Sus 2902 m, hacen del un excelente mirador sobre su famoso vecino la Pica d’Estats y sus satélites. Disfrutamos con la vista, hacemos unas fotos, picamos algo, degustamos las delicatessen que algunos llevan en la mochila y saboreamos los “trencaigues” que ofrecen los miembros del estrecho “circulo de petacas del CAM”, que reconocen a los más veteranos o los que se han hecho “merecedores” de este obsequio primorosamente grabado por el amigo Xavier.

Mientras tanto hemos estudiado y valorado el itinerario hacia el Norris, y observamos que tendremos que progresar por una estrecha cresta con varias cornisas muy expuestas. Somos muchos y eso no supondrá tardar bastante tiempo y después de consultarlo con la gente decidimos iniciar el regreso pero por un itinerario diferente al de subida y realizar una circular. Según el Joan C., uno de los veteranos del grupo, esta ruta nos dejará junto al coche.



Dicho y hecho, nos encaminamos a la pala y emprendemos la bajada, primero con precaución y luego cuando desaparecen las rocas, en busca de la nieve más consistente para dejarnos deslizar a grandes zancadas y algún que otro revolcón.

La nieve se ha transformado en una pasta mojada que hace que nos hundamos hasta la rodilla en algún tramo.



Vamos siguiendo un espolón que baja en dirección S.O y que pierde altura progresivamente. Cuando intuimos la pista en el fondo del valle, perdemos altura rápidamente por entre medio de un bosque muy pendiente, que hace que avancemos por una nieve podrida y muy penosa de caminar con raquetas o sin ellas, nos dividimos en dos grupos , el primero desciende con mas rapidez y no sin dificultad, el segundo más lento, sigue sus huellas y se pelea con los enormes agujeros que esconde la nieve podrida y que hace que nos hundamos hasta la cintura y que en alguna ocasión sea necesaria la ayuda de otra persona para que salgamos de él.



El tiempo empieza a ponerse gris y amenaza lluvia. ¡Lo que nos faltaba ¡ En un punto es necesario el poner una cuerda fina para poder perder unos metros entre los árboles ya que la huella de los anteriores se ha convertido en un tobogán deslizante entre pinos y arbustos. Después de un rato de caídas, juramentos, algunos bien empapados y visiblemente cansados por la lucha con la nieve, nos juntamos con el grupo de cabeza que nos espera donde lo blanco desaparece ¡por fin ¡ …..Y yo que me había pensado la posibilidad de traerme los esquís….¡¡¡¡¡.

Reponemos fuerzas y emprendemos el camino hacia el coche, el poner un pie en la pista de bajada y ponerse a llover es todo en uno. Pero tenemos ganas de terminar así que nos enfundamos las capelinas y seguimos caminando.

Tenemos los coches a la vista y arrecia la lluvia, con prisa recogemos mochilas, botas y equipo a la vez que nos ponemos ropa seca y una vez hemos acabado el protocolo.

Arrancamos los vehículos camino del comienzo del Valle y la carretera que nos conducirá a Sort, donde comeremos algo , tomaremos café e iniciaremos el regreso a casa.

Pico de Fontnegra




24 ABRIL 2010

La temporada de esquí de montañas está dando sus últimos coletazos, las últimas lluvias y la subida de temperaturas hacen que la nieve que encontramos y que todavía cubre en grandes cantidades las montañas no sea la más idónea para disfrutar de unos buenos descensos e incluso de realizar cómodamente las ascensiones a algunas cimas. Ni que decir que las elevadas temperaturas que padecemos, incluso en las caras nortes, hacen que las enormes cornisas que adornan las crestas y cimas se vayan desplomando, provocando cantidades de avalanchas que podemos observar en casi cualquier rincón de la montaña.

Para despedirnos de la temporada hemos elegido un valle orientado en dirección norte, que presente buena innivación y que sin portear mucho los esquís en la mochila nos permita acercarnos a alguna bonita montaña con una interesante ruta de ascenso y una disfrutona bajada.

El Pic de Fontnegra, en la vecina Cerdanya Francesa y muy cercana a la estación de esquí de Puymorens, reúne todas estas características. Enclavado en un amplio e innivado valle con orientación norte, conserva la nieve hasta casi final de temporada lo que permite salir desde el vehículo con las tablas puestas.




En su entorno hay varios picos muy accesibles a los esquiadores de montaña que van desde los fáciles o iniciación ( Pic de la Donna, de Pedrons ) hasta los de nivel medio y alto ( Fontnegra, corredores de Fontnegra, Donna y Pedrons)

Este sábado presenta buena meteorología y junto a Alba, Carles y Nuria, decidimos salir de Manresa tempranito para dirigirnos hacia Puigcerdá y allí tomar dirección a Pas de la Casa, en la vecina Andorra.

El viaje lo hacemos rápido, el túnel del Cadí permite plantarnos en la Cerdanya en poco tiempo. Lo malo es que tan pocos kilómetros de túnel se pagan a precio de…….20 € (ida y vuelta).

En Puigcerdá, cogemos la carretera hacia el Coll de Puymorens en la vecina Francia. Desde allí tomamos el desvío que nos dirige hacia Pasa de la Casa y antes de llegar en una curva, cuando la carretera atraviesa le Rec de Balandrar, aprovechando un pequeño aparcamiento al costado de unas naves en construcción, detenemos el vehículo.

Sorpresa¡¡¡, hay menos nieve de la que pensábamos, vamos a tener que portear los esquís en la mochila un rato hasta alcanzar las primeras manchas blancas que vemos un poco más adelante, cuando el barranco se encajona.

Nos equipamos, cargamos las mochilas…. ¡¡¡ como pesan las condenadas con los esquís encima!! , y con el torpe caminar de las botas de travesía vamos tomando dirección hacia el fondo del valle. . A nuestra derecha se eleva el espolón del Pic de Pedrons, un clásico del esquí de montaña, que junto al de la Donna, que se alza a nuestra izquierda, nos flanquearan durante buena parte de la ruta.

Algo más de veinte minutos nos cuesta llegar a las primera nieves, donde con un cierto alivio dejamos caer las mochilas y nos afanamos a calzarnos las tablas y proseguir la ruta. Es temprano, pero el sol empieza a picar y la nieve blanda nos presagia un “no muy agradable descenso”.



Seguimos remontando el valle para ir buscando por una amplia pala el Estany dels Pedrons, a los pies del Pic de la Donna y Pedrons.



Este lago de montaña, se encuentra cubierto de nieve y en el circo de la cabecera dl valle hay un buen paquetón del blanco manto. Enfrente a nosotros se alza desafiante la muralla de los Picos de Fontnegra, con varios e interesantes corredores que dibujan blancas líneas en la oscura figura de la muralla. Tomo nota de varios de ellos, pues me parecen interesantes para futuras incursiones en estas montañas.



A nuestra izquierda nos aparece un collado (2604 m), situado al pie de la arista sur que sube al Pic de la Donna, es allí donde nos tenemos que dirigir, pero viendo mejor la ruta cogemos el tubo de ascenso que se encuentra a la derecha del mismo y separado por un espolón de roca y hierba (en caso de inestabilidad en la capa de nieve, este espolón nos permitirá acceder al collado con seguridad)

De la cresta de los Fontnegra vemos que se han desprendido numerosas avalanchas que reposan a sus pies. Separados de su ladera mas escarpada vamos haciendo “zetas” que nos permiten ir ganando poco a poco altura a la fuerte pendiente y nos acercan al collado.

El día es precioso, hay buena luminosidad y la temperatura es alta, un día de primavera en toda regla, lástima que la nieve no aguante.¡¡.



Una vez en el collado un respiro, un trago de agua y un bocado, nos permiten volver a emprender el camino hacia nuestro objetivo. El tiempo se está estropeando, la niebla sube por la parte sur de la montaña y por el noroeste unos nubarrones negros no predicen nada bueno.

Progresamos por la cresta que sigue en dirección al Coll de l’Orri de la Vignola, punto de unión de los picos de Fontnegra y los de les Valletes y Fontfreda.

La cresta presenta grandes cornisas, que debido al estado de la nieve, nos obliga a progresar por su vertiente sur este. Llegamos a un punto en que es obligado el atravesar una amplia ladera con una pronunciada caída hacia el pie del collado. La nieve sigue muy blanda y ante el riesgo de un deslizamiento de la misma, me adelanto a inspeccionar mejor la ladera. Nuestras primeras impresiones se confirman, y en vista de la situación decidimos no atravesar dicha pendiente. Se nos ha terminado la excursión, las condiciones de la montaña mandan y los que jugamos en su terreno decidimos hasta donde queremos arriesgar o no asumir los peligros objetivos derivados de las mismas. Nosotros decidimos terminar la ascensión y quizás volver otro día que la montaña esté en mejores condiciones.

Quitamos pieles, ponemos las fijaciones para descenso, apretamos botas y seguimos nuestras huellas en busca del collado y su tubo que nos dejará en la cabecera de valle.



Los primeros giros los hacemos con precaución tanteando el estado de la nieve y la pendiente. Los menos avezados bajan con los esquís en la mano por el espolón de roca y hierba hasta encontrar el punto mas adecuado a su técnica para empezar a trazar virajes con los esquís.



Eli que baja desde el collado trazando virajes pasa a mi lado luciendo una amplia sonrisa que delata que se lo está pasando en grande. Reunidos todos, seguimos marcando amplios giros buscando las partes más asentadas de la nieve que se va transformando en más blanda a cada metro que bajamos.

Unas largas y tendidas diagonales, nos salvan de una remada a la altura del Estany de Pedrons y seguimos a buscar la bajada del Pic de Pedrons, para así evitar el porteo de los esquís en la mochila hasta el coche.

La nieve va escaseando, solo nos resta perder altura para acceder al comienzo del valle. Vemos un tubo de nieve que baja por una barranquera y unas huellas que lo marcan. Las seguimos y comenzados una divertida bajada por una nieve en mejor estado y que nos deja marcar unos virajes cortos y disfrutones.



El tubo se estrecha cada vez más y empiezan a aparecer los obstáculos reglamentarios en este tipo de bajadas, matojos, algún arbusto, el arroyo que se deja ver, agujeros en la nieve, pasos obligados…. Todo esto hace que la bajada sea más “divertida” y que hechemos más de una risa con “caídas, piruetas y peripecias”.

Cuando Eli casi se baña en una “poza” escondida bajo un débil puente de nieve,” la tropa “ decide que “es hora de quitarse y terminar la sesión de malabarismos”.



Cargamos los esquís en la mochila y nos ponemos de nuevo en marcha al encuentro de nuestro vehículo que no está muy lejos….. Volveremos Fontnegra, nos ha gustado el lugar y hemos tomado nota de tus corredores.