lunes, 23 de septiembre de 2019

El Castillo de Acher por la chimenea Ledormeur




El Castillo de Acher es una de esas montañas que no dejan indiferentes a nadie que la contempla.
Después recorrer la angosta carretera que sube de Echo a la Selva de Oza y una vez repuestos de la visión de  los hermosos paisajes de roca y agua que nos ofrece el rio Aragon Subordán en su paso por la llamada Boca del Infierno , llegamos al lugar llamado la Selva de Oza, alzamos la mirada  , hacia el este en nuestra derecha, contemplaremos una esbelta silueta de montaña rojiza que sobresale por encima de la extensión arbórea que puebla este lugar.

Ese enorme bastión de roca inexpugnable, que a modo de atalaya parece vigilar estos lugares, se corresponde a la mole pétrea del Castillo de Acher.



Cuando ves esta montaña desde lejos y observas los paredones que la circundan, te preguntas por ...
¿ por donde se le mete mano a esta montaña'?
 Pero nada mas lejos de la realidad, su vía normal no presenta dificultades técnicas y aprovecha un punto débil de su muralla en la cara sur para remontar una larga pendiente de roca y acceder a su " curiosa y extensa cumbre" .
Esta ascensión ya la hicimos hace un tiempo por esta vía normal que sale de Oza y es mucho mas fácil y sin apenas dificultad.

Pero esta vez queríamos hacerla diferente, entrarle por su cara sur-este , que aun parece mas inexpugnable si cabe.



Aquí se ubica un paso de roca que situado entre su cumbre sur y la norte, permite subir directamente sin tener que hacer toda la cresta sur de la montaña.
La Chimenea Ledormeur, que es como se la denomina, es una angosto paso que apenas se ve desde su base y solamente te percatas de su existencia cuando te sitúas debajo de su vertical,
Esta vía de acceso no es la mas utilizada para subir al Castillo, ya que es mas compleja y técnica que su vía normal y se suman bastantes peligros objetivos como caída de piedras, terreno expuesto, mala orientación y es necesario tener nociones de trepada en terreno rocoso.



Se cree que fue abierta por George Ledormeur, un pionero del Pirineismo , en una ascensión con niebla que no le permitió encontrar la brecha de su vía principal.



La existencia de esta vía, es conocida para mi desde hace muchos años, mas de 40...cuando por supuesto no había tanta información de las montañas y en esta zona solo te cruzabas de tanto en tanto con algún vasco y navarro o algún aragonés perdido.
La primera constancia de su acceso, me la proporcionó una de las primeras guías, por no decir la primera, de ascensiones de la zona. Me refiero a la Guía del Pirineo Occidental Oscense de Marcos Feliu y Carlos Sainz de Varona, publicación editada por los años 80 , cuando apenas exitian guías y libros de montaña de esta parte del Pirineo.


También tengo que decir que obra en mi poder una tarjeta de cima de Ledormeur, fechada en Agosto de 1932 y que fue encontrada en la cima del Poset en 1978. Estas tarjetas se dejaban por entonces en las cimas de las montañas a modo de constancia de su ascensión, luego con posterioridad vinieron los Libros y Cuadernos de Cima, que todavía ( cosa rara) aun existen en algunos picos...todo un trozo de historia de la conquista del Pirineo.

Todo esto junto a mi pasión por la historia del Pirineismo y la admiración que profeso a sus pioneros nos hizo elegir esta ruta, tan significativa para mi.








El itinerario sale de la pista que desde Oza se dirige hacia el Achar de Aguas Tuertas, justo cuando atraviesa el Barranco del Barcal. Aquí existe un aparcamiento para poder dejar el vehículo y nada mas cruzar el vado comienza la senda de subida.




Es una senda cómoda , en su primera parte discurre por un bosquete y una poco mas arriba desaparece el arbolado y por la margen orográfica derecha del barranco, comienza a ganar altura.





A unos 1698 m , encontramos una cabaña que pasamos de largo y nos comenzamos a desviar del barranco y ganar altura hacia el este.



Durante todo el recorrido del barranco del Barcal, ya podremos observar la mole pétrea del Castillo de Acher por encima de nuestras cabezas y también cabe reseñar que en este barranco estan ubicadas varias construcciones megalíticas (cuatro dolmenes y un cromlech) .
Un poco mas adelante cruzamos el barranco y pasamos al lado de una caseta de piedra derruida, lugar que aprovechamos para tomar un bocado.




Al este podemos ver la Peña Mercantón, donde antiguamente se asentaban varias minas . En la zona había catalogados 8 yacimientos, 7 de cobre y uno de espato-fluor, aunque se desconoce su exacta ubicación, ya que sus bocas de acceso deben estar ya cegadas.



Ahora nos dirigimos hacia el Achar de los Machos, encima de nosotros. La querencia es ir directamente hacia el collado del Barcal o incluso hacia el Castillo de Acher, pero esta opción no la recomiendo por la dureza del terreno y las fuertes pendiente. Si queremos atajar hacia el Collado del Barcal, nos encontraremos con una serie de barranqueras de tierra rojiza por las que tendremos que dar multitud de rodeos para encontrar el buen camino.





Una vez en el Achar de los Machos, por su linea divisoria nos dirigimos hacia el Barcal y una vez superado tendremos que rodear la cota 2159 por su vertiente suroeste a ir a buscar la vaguada que forma el espolón de la Punta Sur del Castillo con dicha cota.




Hasta aquí el recorrido se hace por sendero y está bastante marcado., Ya en la base de la vaguada lo abandonamos y comenzamos el duro ascenso buscando el mejor itinerario y prestando atención a alguna fita que de vez en cuando podremos encontrar.






Una vez superada la vaguada, llegamos al colladito que se encuentra bajo el espolón de la cima Sur. Aquí el terreno es mas delicado, ya que hay bastante pendiente y existe mucha piedra suelta.
Si miramos hacia arriba, veremos dos torreones de roca y en el de la izquierda se aprecia un agujero, es hacia allí donde nos tenemos que dirigir.



Siguiendo alguna fita y buscando el mejor itinerario, vamos ganando altura. El terreno es abrupto y con piedra suelta, por lo que tendremos que extremar las precauciones.



Una vez que nos introducimos en la chimenea, veremos un diedro de roca, que parece mas difícil de lo que es en la realidad. Además podremos apreciar que hay colocado un par de anclajes y una sirga con los que podremos ayudarnos en la trepada. Yo para esta ultima parte recomiendo casco, ya que el terreno es bastante suelto. La trepada no supera el III grado, pero exige tener seguridad en los movimientos y llevar
 un mínimo de material ( al menos casco y alguna cinta de anclaje)



Este paso se puede destrepar en la bajada, pero lo mas cómodo y seguro es realizar un corto rápel.




Una vez superada la chimenea, nos encontramos en la brecha que se abre entre su punta Sur y la Norte y a pocos metros de aquí  discurre el camino que viene de su vía normal. 
Ya solo tenemos que superar los últimos metros que nos conducirán a su punta Norte que es la principal con sus 2.384 m.


La verdad es que la cima del Castillo sorprende al que la visita por primera vez. Es una enorme meseta karstica defendida por sus cuatro costados por una muralla rocosa y con una enorme depresión en su interior .








Desde su cumbre principal podremos apreciar todo el valle de Guarrinza, la cercana linea fronteriza francesa con multitud de cimas, la linea de montañas que separan por el oeste este valle con el cercano de Zuriza y al este desde el omnipresente Bisaurin hasta los primeros tres miles del Valle de Tena, pasando por el Anayet, Midi d'Ossau y Collarada...todo un espectáculo.



Después de descansar un rato y comer un bocado, iniciamos el descenso. Este lo realizaremos por su vía normal, marcándonos una circular, para lo cual por un visible sendero contorneamos la muralla hasta pasar la punta Sur y encontrar el paso de acceso a su pared sur que se encuentra cercano a la cota 2. 265 m.
La primera parte de la brecha es rocosa para dar luego paso a un sendero que por mediación de varias lazadas nos va acercando a la base de la pared.
Una vez allí nos dirigiremos hacia el este en busca del Collado del Barcal y el Achar de los Machos, donde seguiremos el mismo itinerario de subida.




La bajada del Barcal no se hace pesada, en todo momento podremos apreciar la cara este del Castillo, defendida por un enorme murallón y grandes cantaleras.





Con la vista puesta en el valle de Guarrinza o de la Mina a nuestros pies, casi si darnos cuenta, desandamos los mas de 700 metros de desnivel que nos separan del coche.




Una bonita y solitaria ascensión, aderezada con un poco de historia.





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