Hace días que no escribía en el blog...demasiados días. Las buenas costumbres a veces es fácil perderlas y cuesta recuperarlas. Pero hay cosas que no quiero ni debo dejarlas de lado...y una de ellas es compartir rutas, sensaciones y emociones con gentes que quieren leerlas y vivirlas.
Esta primera entrada, después de mucho tiempo, tiene un recuerdo especial para mi. ..
Me tengo que remontar al año 1979, cuando yo estaba casi recién llegado a esta tierra Altoaragonesa. Por entonces estaba destinado en la Compañía de Esquiadores-Escaladores de Candanchú, de la Escuela Militar de Montaña. Y como cada año, en el mes de mayo bajábamos al cuartel de Jaca, para cambiar " de aires". Durante ese tiempo, la instrucción se centraba en marchas y recorridos, ejercicios tácticos, de tiro y todo lo que no podíamos desarrollar en nuestro territorio de Candanchú.
Teníamos previsto hacer una marcha con la Compañía por la zona de San Juan de la Peña saliendo de Alastruey y había que reconocer el recorrido. En esos tiempos, solo había sendas antiguas, alguna pista y poca información ...ni que decir de marcas y señales. Y nosotros teníamos poco conocimiento de las " tierras bajas" de la Jacetania.
Mi amigo y compañero Mariano, compañero de montaña y aventuras de esa época , y yo fuimos los designado para reconocer, marcar y balizar el recorrido, que después haría toda la Compañía.
Y allí fuimos los dos , con un Jeep Viasa que nos dejo en Alastruey , a buscar sendas y marcar puntos para balizar el recorrido. Nos teníamos que dirigir al Cuello Betito , situado entre el Pico San Salvador y el Cuculo, en lo que hoy es el Paisaje Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel, y desde allí, subir a estas dos cimas, para luego ir al Monasterio Nuevo y Viejo y bajar a Santa Cruz de la Serós para finalizar el recorrido.
Hoy en día,este recorrido esta perfectamente señalado con la senda abierta y con marcas y carteles indicadores, que lo hacen que sea perfectamente fácil de seguir. Pero entonces, algún rastro de senda, alguna trocha cerrada y poco mas...
En el pueblo, un lugareño nos habló... de una Ermita que se encontraba enclavada en medio "de la pared del Cuculo" y a nosotros, jóvenes aprendices de escaladores y montañeros en " proceso de formación", se nos abrieron los ojos y decidimos ir a buscarla y visitarla.
Estuvimos media mañana dando vueltas por los cortados de la zona oeste del Pico Cuculo , trepando y destrepando por zonas de conglomerado guarro, sin encontrarla ,...luego nos dimos cuenta que habíamos estado muy, muy cerca...
Bueno ahí quedó la cosa, después de horas haciendo el jabalí, llegamos al Cuculo , al Monasterio y cuando contactamos por radio con el vehículo para que nos fuera a recoger a Santa Cruz de la Serós, ..el vehículo no arrancaba...Nos tocó volver a Alastruey y buscar a alguien que nos llevara a Jaca para después volver con el mecánico para arreglar el jeep...
Ese día acabe la jornada bien entrada la noche...y la Ermita sin encontrarla.
Años mas tarde junto a mi amigo Tomás Rodriguez la visitamos, esta vez desde Santa Cilia y me quité la espinita...y la verdad es que es un sitio curioso y con historia.
Lugo la he visitado en varias ocasiones, guiando a clientes o enseñando el recorrido a amigos y siempre me ha venido a la mente la aventura de la Ermita.
Este fin de semana, después de un día duro de alta montaña, y para relajar la piernas, le propongo a Eli, enseñarle un paraje " curioso y escondido" a lo que ella se apunta sin pensárselo (... como siempre)
El día amanece caluroso, aunque corre un poquito de aire que lo hace mas llevadero. Salimos de las piscinas de Santa Cilia y con dirección sur nos enfilamos hacia las falda del Monte Cuculo que tenemos a lo lejos, delante de nosotros.
La pista , transitable para vehículos, va subiendo poco a poco paralelo al un barranco que nace en las faldas del Cuculo. Pasamos un deposito de agua y una valla y seguimos, la pista va cogiendo mas pendiente y toma dirección suroeste. Dejamos varios cruces sin tomar ninguno y llegamos al fin de la pista, en una especie de merendero con bancos y una cruz. Aquí nace la senda que nos acercará a la pared que tenemos delante y donde se asienta la Ermita.
La senda es fácil, bien vestida y con vegetación abundante. En un punto esta se abre y nos deja ver la Ermita, a lo lejos en la pared.
La senda continua acercándose al murallón y después de cruzar una torrentera, se enfila hacia la faja que hay debajo de la Ermita. El camino está acondicionado con travesaños de madera, algún cable de seguro y barandillas de madera...me gustaba mas antes...pero la seguridad es importante y aquí puede venir gente sin experiencia.
La vira hace una zeta y ya estamos en la amplia vira de la Ermita....
Esta pequeña edificación blanca, alberga a una imagen de una Virgen entronizada con el niño Jesús en su regazo. La talla original , del siglo XIV, se encuentra en la Iglesia de San Salvador de Santa Cruz de la Serós. Y la leyenda dice que en este lugar se encontró la imagen , que había sido escondida aquí , para preservarlas de los peligros y revueltas de aquella época. Un curioso y fascinante lugar para esconder un tesoro para las gentes creyentes de la zona.
La verdad es que el lugar merece ser visitado y estar un rato, contemplado el paisaje y las vistas del Pirineo y la Canal de Berdun que se abren ante nuestros ojos.
El sitio, invita a la meditación y a la relajación, que propicia el silencio y la paz de este recóndito lugar...No hay nadie, solo la compañía de los buitres leonados que revolotean por estas alturas.
Ahora solo nos toca, desandar el recorrido y llegar a donde tenemos nuestro vehículo.
Un sencillo y fácil recorrido, apto para todas las edades... que no dejará indiferente a ninguno.
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